En el tratamiento endodóntico, los instrumentos de limpieza del conducto radicular están en contacto directo con el tejido pulpar dental y las paredes del conducto radicular. El rendimiento de su superficie no solo afecta la vida útil del instrumento, sino que también está relacionado con la seguridad del tratamiento para los pacientes. Los instrumentos tradicionales de aleación de níquel-titanio sin recubrimiento, aunque poseen superelasticidad, presentan dos problemas principales: en primer lugar, su biocompatibilidad necesita mejorarse —los iones de níquel pueden liberarse lentamente y provocar reacciones alérgicas en algunos pacientes, con una tasa clínica de alergia de aproximadamente el 3% al 5%; en segundo lugar, su resistencia al desgaste superficial es deficiente —con el uso a largo plazo, son propensos al desgaste, lo que reduce su eficiencia de corte, y los residuos metálicos generados por el desgaste pueden quedar atrapados en el conducto radicular, aumentando así el riesgo de infección. Con el desarrollo de la tecnología de ingeniería de superficies de materiales, la aplicación de nuevas tecnologías de recubrimiento ha proporcionado una solución efectiva a estos problemas.

Las tecnologías modernas de recubrimiento para limas endodónticas se centran en los objetivos principales de «mejorar la biocompatibilidad» y «aumentar la durabilidad», formando así un sistema de recubrimientos diversificado. Entre ellas, el recubrimiento de nitruro de titanio (TiN) es una de las tecnologías actualmente más utilizadas. Su preparación se realiza mediante el proceso de deposición física de vapor (PVD): en un ambiente de vacío (grado de vacío ≤10⁻⁴ Pa), el blanco de titanio se ioniza mediante descarga por arco, reacciona con nitrógeno y luego se deposita sobre la superficie de las limas endodónticas, formando un recubrimiento de TiN con un espesor de 5 a 8 μm. Este recubrimiento tiene un color amarillo dorado y no solo presenta una excelente resistencia al desgaste (dureza superficial de hasta 2000 HV o más, tres veces superior a la matriz de aleación níquel-titanio), lo que prolonga la vida útil de las limas endodónticas en más del 50%; sino que también bloquea eficazmente la liberación de iones de níquel, manteniendo la cantidad liberada por debajo de 0,01 mg/L, muy inferior al estándar nacional de 0,1 mg/L, lo que reduce significativamente el riesgo de alergias. Los datos de seguimiento clínico muestran que, con limas endodónticas recubiertas con TiN, la incidencia de reacciones alérgicas postoperatorias en los pacientes disminuyó del 4,2% al 0,8%, y la tasa de desgaste de los instrumentos pasó del 25% al 8%.

El recubrimiento de carbono similar al diamante (DLC) constituye una mejor opción para productos de alta gama en limas endodónticas. Su preparación se realiza mediante el proceso de deposición química de vapor con plasma reforzado (PECVD), utilizando metano y acetileno como fuentes de carbono; mediante una reacción activada por plasma en un entorno a baja temperatura (200-300℃), se forma un recubrimiento de carbono amorfo de 1 a 3 μm de espesor sobre la superficie de las limas endodónticas. El recubrimiento DLC presenta una dureza cercana a la del diamante (1500-2500 HV) y un coeficiente de fricción extremadamente bajo (0,05-0,1). Por un lado, puede mejorar significativamente la eficiencia de corte, acortando aún más el tiempo de preparación del conducto radicular en un 15%; por otro lado, reduce la resistencia por fricción entre el cuerpo de la lima y la pared del conducto radicular, disminuye el par de torsión en conductos radiculares curvados y reduce el riesgo de rotura del instrumento. Además, el recubrimiento DLC posee una mejor biocompatibilidad: su baja energía superficial dificulta la adsorción de proteínas y bacterias, lo que puede reducir la tasa de adhesión bacteriana en el conducto radicular. Datos clínicos muestran que la tasa de control de infecciones en conductos radiculares utilizando limas endodónticas recubiertas con DLC aumentó hasta el 96%, superior al 88% observado con productos no recubiertos.

Además de los recubrimientos de TiN y DLC, también se están desarrollando y aplicando gradualmente recubrimientos funcionales para necesidades especiales. Por ejemplo, los recubrimientos antibacterianos pueden lograr efectos antibacterianos a largo plazo mediante la adición de componentes antibacterianos como iones de plata y óxido de zinc, los cuales son especialmente adecuados para el tratamiento de conductos radiculares infectados; los recubrimientos hidrofílicos mejoran la humectabilidad de la superficie, aceleran el flujo del fluido de irrigación sobre la superficie de la lima y aumentan la eficiencia en el lavado de residuos. Estas innovaciones en tecnología de recubrimientos no solo solucionan las deficiencias de rendimiento de las limas tradicionales para conductos radiculares, sino que también impulsan el desarrollo de productos hacia una «segmentación funcional»: productos recubiertos con TiN para tratamientos convencionales de conductos radiculares, productos recubiertos con DLC para conductos radiculares complejos y productos recubiertos con propiedades antibacterianas para conductos radiculares infectados, que satisfacen así las necesidades precisas de diferentes escenarios clínicos.

Cabe destacar que el control de calidad del proceso de recubrimiento también ha logrado avances tecnológicos. Gracias al sistema en línea de monitoreo del espesor del recubrimiento (precisión ±0,1 μm) y a la prueba de adhesión (prueba de corte cruzado con una adherencia ≥ grado 5B), se garantiza que el recubrimiento de cada archivo para conductos radiculares sea uniforme y firme, evitando así que se desprenda durante su uso. Esta doble garantía —«tecnología de recubrimiento + control de calidad»— convierte a los archivos para conductos radiculares recubiertos en la opción principal para el tratamiento clínico, impulsando el tratamiento endodóntico hacia una dirección más segura, eficiente y personalizada.